Luis García Berlanga
nació en Valencia el 12 de junio de 1921 en el seno de una familia burguesa,
murió a la edad de 89 años.
El realizador valenciano
construyó su obra cinematográfica bajo el tamiz de la comedia, más
específicamente sobre el esperpento. Berlanga buscaba deformar la realidad de
manera grotesca con el pretexto de criticar sin tapujos a la sociedad española
en todas sus vertientes: desde la oligarquía política, hasta la pena de muerte,
pasando por el boom inmobiliario o la hipocresía de la burguesía. A pesar de
que sus obras maestras están gestadas en la década de los 50 y 60, dejaría en
años posteriores filmes tan sugerentes y brillantes como Tamaño natural
(1974)-Michel Piccoli está magnífico en su enfermizo enamoramiento de una
muñeca hinchable-, la divertida trilogía del Patrimonio nacional y su alocada
visión de la sociedad actual española en Todos a la cárcel (1993)-quizá un
visionario.
En la retina del
espectador quedará Bienvenido Mister Marshall (1953), Esa pareja feliz
(1953)-codirigida con otro clásico del cine español, Juan Antonio Bardem-,
Calabuch (1956), Los jueves, milagro (1957), Plácido (1961) y El verdugo
(1963)-su indiscutible obra maestra-como referentes de una manera de hacer cine
que basaba su fuerza en unos guiones sólidos, con personajes bien definidos y
unos actores en estado de gracia. Destacaba sobre el resto de actores, la
figura del entrañable y extraordinario intérprete José Isbert.
Luis García Berlanga y
su inseparable amigo y genial guionista, Rafael Azcona, mostraron a través de
las imperecederas imágenes cinematográficas, la visión de un país, una cultura
y una filosofía de vida, que a día de hoy no parece demasiado alejada de la actual
sociedad española (sirva de ejemplo la alta corrupción inmobiliaria o la
mediocridad de la clase política).
El cineasta y académico
fue Premio Príncipe de Asturias en 1986, Premios Nacional de Cinematografía
(1981) y la Medalla de Oro de Bellas Artes (1983).
Jaume Claver